D.M.

Diarreas Mentales

Subir o bajar

Instrucciones básicas a la hora de llamar a un ascensor cuando éste dispone de dos pulsadores, uno con un indicador o flecha que señala hacia arriba y otro que señala hacia abajo: si lo que deseamos es bajar pulsaremos el botón que señala hacia esa dirección y haremos lo contrario cuando lo que queremos es subir.

Parece sencillo, ¿verdad? Pues hay gente que no lo tiene claro. Pulsan ambos botones básicamente por dos motivos:

  1. No saben en qué piso está el ascensor, así que pulsan los dos botones creyendo que sirven para decirle al ascensor que suba o baje hasta la planta que está él (verídico y lo he vivido en mis propias carnes).
  2. Se piensan que haciéndolo así la cabina llegará antes aunque luego no se suban cuando vean que va en sentido contrario a donde quieren hacerlo.

El que va en el ascensor te puedes encontrar con estos casos:

  1. La cabina se para en un piso que no has solicitado, se abren las puertas y no entra ni sale nadie, por lo que te quedas con cara de pasmao como diciendo «¿será un fantasma el que lo ha llamado o el amigo invisible?».
  2. Mismo caso que el punto anterior pero esta vez y de repente, aparece un personaje inclinado como la torre de pisa que pregunta «¿sube o baja?» (a pesar de que el indicador lo muestra claramente). En este caso tienes un 80% de probabilidad de que sea la respuesta que sea no se suba.
  3. Mismo caso que los anteriores pero esta vez no es culpa del que llama al ascensor exactamente, es más bien culpa de su timidez y ver que la cabina no viaja vacía, por lo que al caso es la misma pérdida de tiempo.

Supongo que esta clase al estilo Super-Coco queda clara. Repetimos por si no te queda claro: si quieres bajar, pulsa el botón que indica esa misma dirección y si quieres subir, lo contrario. Aunque si lo que quieres es quedarte en el rellano, por favor, no pulses ningún botón y así no joderás a los que viajan apaciblemente en un ascensor.

Fácil, ¿verdad? Pues venga, ponlo en práctica y verás como todos seremos un poco más felices. 🙂

Foto: jaded one

Subir o bajar Leer más »

Quejas

Si hay algo que me revienta son las quejas continuadas de lo que sea a las que nunca se les pone remedio. Todos tenemos algo en la vida que podría mejorar pero por alguna razón no se puede cambiar y parece que el único consuelo que tenemos es el quejarnos amargamente y compartir nuestra frustración con los que nos rodean.

Está claro que nunca estamos contentos. Una vez satisfechas nuestras necesidades básicas de supervivencia, no importa en el estado de bienestar en que estemos, siempre querremos más. Buscamos la felicidad plena, pero no nos damos cuenta de que no existe para el ser humano. Cuando creemos que la hemos encontrado nuestra euforia dura unos momentos, días o incluso semanas, pero a partir de ahí empiezan a surgir los inconvenientes que no veíamos o no dábamos importancia pensando que al conseguir la felicidad no les prestaríamos atención.

¿Quién no ha tenido un compañero y/o amigo al que llamamos pesimista? Y lo llamamos así porque siempre piensa que a él le va a pasar lo peor, ve el vaso medio vacío y que son los demás que tienen la suerte de estar mejor. No importan las palabras que le dirijas para que se sienta mejor. Incluso da lo mismo que le soluciones cualquier supuesto problema, él siempre encontrará la parte negativa y le pesará más que cualquier aspecto positivo que le intentes infundir.

No digo que no haya que quejarse, pero como todo, el exceso es malo y perjudica tanto al emisor como al receptor y eso evita que puedas disfrutar de lo bueno que tienes y a los demás los amargas y/o aburres con tus lamentos.

Así que, ¿por qué no te haces un favor a ti a los que te rodean e intentas ver el lado bueno de la vida? Piensa que siempre hay alguien peor que tú, pero también alguien que está mejor que tú, así que no le des más vueltas a las cosas. Simplemente son así e intenta disfrutarlas tal y como llegan. Siempre hay un lado negativo para lo bueno y otro positivo para lo malo.

¿Y qué he hecho yo en esta entrada? Quejarme.

Foto: Nfoka

Quejas Leer más »

Un segundo en la boca

…y recordad chicas: un segundo en la boca y toda la vida en las cartucheras…

Regina do Santos

Ya lo decía Regina do Santos. Las Navidades te pasarán factura en el sitio donde menos te guste. Y es que no se puede tener todo. Que si un polvorón, que si ahora una comilona, que si por este trocito de turrón no me va a pasar nada, que si una copa de cava por aquí, que si ese cocido tiene una pinta fantástica, que ya estoy lleno pero bueno ponme un poco más que parece que me coje, que si ahora no voy a dejar este rincón por no tirarlo…

¿Y quién se resiste a los deliciosos manjares y viandas que nos zampamos por estas fechas? Suerte que para el verano faltan algo más de 6 meses, que sino ya veo a gente hacerse unas acelgas con aceite renunciando a una buena escudella.

Pero ya se sabe que no se puede tener todo y los centros deportivos se están frotando las manos esperando que todas aquellas en mayor medida y todos aquellos en menor medida (normalmente) pasen por sus cajas a pagar por trabajar su cuerpo en esa máquina revolucionaria que te permite gastar 300 kilocalorías/hora. Que es curioso: normalmente pagamos porque nos hagan algo o nos den algo hecho, pero aquí te lo tienes que currar y sudar tú. Y eso no te garantiza que llegues a perder peso.

Otros que también se aprovechan de los daños colaterales de estas fiestas son los centros de dietética, que pagas para que te maten de hambre y te tomas potingues de unas hiervas que no has oído hablar en tu vida, pero que la dietista te dice que eso te ayuda a drenar. Joder, eso de drenar lo sabía por aquello de hacer zanjas con una escabadora, pero ahora me entero que también se puede hacer con mi cuerpo. Total, que te lo tomas y sabe como a sapos podridos. No es que sepas a qué saben los sapos podridos, pero seguro que deben saber a algo muy parecido a eso.

Pero bueno, con fuerza de voluntad y tesón igual para el verano llegas a perder un par de kilos de los 12 que has ganado. Porque, como ya sabes, el cuerpo siempre recuerda el máximo peso ganado y si pierdes algún gramo intentará recuperarlo por todos los medios posibles.

Foto: dotbenjamin

Un segundo en la boca Leer más »

Feliz Navidad

Esta noche igual aprovechas para emborracharte y ponerte ciego de mantecados, guirlache, chocolates, gambas y demás mariscadas, regalos, platos de comida que nunca se acaban, villancicos, risas… vamos, todas los excesos que son comunes para la fecha.

Pues te iba a decir que los excesos se pagan tarde o temprano, que luego te arrepentirías por no haber dejado ese polvorón en la mesa cuando no podías más o en el lavabo echando hasta la primera papilla. Mejor te digo que por un día no va a pasar nada (bueno, va a ser más de un día) y que disfrutes de esta nueva Navidad lo mejor que puedas y que te olvides de los problemas por un momento. Aprovecha ese rato con los tuyos aunque sean pocos.

Y si estás totalmente solo y encima leyendo todo esto, igualmente te deseo lo mejor. Si quieres desahogarte para bien o para mal en los comentarios, a tu disposición están.

¡¡ Feliz Navidad !!

Y ahora una canción que me gusta mucho, pero que no aguanto a la cantante (aunque de muy ver sí que está), así que mejor una imitadora de, digamos, otra región y que al parecer en su pueblo la conocen muy bien.

Buscando vídeos de All I Want For Christmas Is You me topé con este que me hizo mucha gracia por su asento catalán (creo que muy catalán no es, pero la vida da muchas sorpresas). Y sino, fíjate sobretodo al principio

Para el que quiera ver los vídeos originales, aquí un enlace y aquí otro. Lo siento, no puedo con esta señora, demasiado ñoña por muy buena que esté.

Foto: fcoramirez

Feliz Navidad Leer más »

El agobio de estar agobiado

No sé si es porque es viernes o que está cerca la Navidad o porque estamos atontaos, pero es que llevo un día de agobio que no me aclaro. Por un lado me apretan para que termine una faena y por el lado en que yo aprieto están de reuniones. Sí de esas que tienes cuando hay algo para picar en el centro de la mesa de la sala de reuniones, además también tienes algo para beber y momentos para charlar tranquilamente con tus compañeros y con tu jefe. Vamos, de esos momentos que a nadie le amarga estar trabajando ese día.

Hay épocas en las que uno no se debería comprometer. De hecho esto ya me lo enseñaron en unos cursillos que hice en su día: no hay que hacer grandes cambios en los sistemas los viernes ni los lunes. Lo del lunes no me importa, pero lo de los viernes es sagrado si no quieres pasarte la tarde y parte del sábado trabajando por algún cambio que se hizo y que luego no funcionó pero se pensaba que no iba a ser tan grave.

Lo mismo debería ser para los fines de año. El último mes no se debería hacer nada de importancia. Mantener todo como está y solucionar pequeños fallos, pero ya está. Que luego vienen los problemas y los acelerones y no todo el mundo está preparado para colaborar. Que las prisas son malas consejeras y los previos a la Navidad son peores.

Si alguna cosa has de aprender de esto (que osado por mi parte) es que no permitas que te hagan trabajar con temas extras el final del año. Aunque claro, esto no creo que se pueda aplicar a los comercios y otras empresas que hacen su agosto precisamente por estas fechas.

Foto: bnim

El agobio de estar agobiado Leer más »

Una ilusión llamada loterí­a

Reconozco que soy de esas personas que no compran lotería voluntariamente. Soy de las que cuando me ofrecen entonces sí que compro y en estas fechas parece que todos se ponen de acuerdo para ofrecérmela. Así que por aquello de «…por si toca…», venga a comprar lotería.

Hay que tener en cuenta que las probabilidades de que te toque un décimo son bastante altas en comparación con el resto. Buscando un poco de información (concretamente en Ahorro diario y referente a España), se puede observar la siguiente tabla:

  • Lotería de navidad: 1 posibilidad entre 85.000
  • Lotería nacional: 1 posibilidad entre 600.000
  • La quiniela:1 posibilidad entre 4.782.969
  • Lotería primitiva: 1 posibilidad entre 13.983.816
  • ONCE: 1 posibilidad entre 15.000.000
  • El gordo de la primitiva: 1 posibilidad entre 31.000.000
  • Euromillones: 1 posibilidad entre 76.000.000

La verdad es que no hay muchas probabilidades, pero con lo que te llegan a bombardear en la televisión por estas fechas parece que te hacen entender que casi seguro te toca. O por lo menos la devolución. Pero claro, la ilusión es como la fe, la esperanza, el anhelo… Vamos, que parece que necesitemos creer en algo siempre y luego ya se sabe lo que pasa: nos arruinamos, enfadamos, peleamos… de todo un poco y según la persona.

También dicen que el día del sorteo de la lotería de Navidad es el día de los agujeros y de la salud: a quien le toca siempre dice que va a servir para tapar agujeros y a quien no dice que por lo menos tengamos salud. Eso sí, si te toca la lotería pero no tienes salud… o viceversa.

También es cierto que a la que te toca (parece ser, ya que a mí nunca me ha tocado un décimo entero) le dura la alegría como mucho una semana. Y no es porque se lo haya gastado todo (que puede ser), sino porque nos acostumbramos rápidamente a lo bueno. Eso dicen los científicos y la gente (que tiene mucho tiempo libre) que estudia estas cosas.

Total, que voy a ver si compro un décimo que me han dicho si quiero. Suerte de la paga extra, que sino ya me veo pidiendo por las esquinas.

Foto: octarina8

Una ilusión llamada loterí­a Leer más »