Música

Música para el deleite.

Subayeedi

   ¿Por qué prefiero las canciones cantadas en inglés u otros idiomas a las cantadas en castellano? Pues porque no las entiendo. O por lo menos, no en su mayoría. Para mí, una canción que no entiendo la letra es como si la voz fuese un instrumento más y por tanto sólo sucesión de sonidos ordenados en el tiempo. Sí, es cierto que muchas letras son profundas y muy elaboradas, pero realmente lo que me gusta es la música y el cantante está de más si le entiendo la letra. Me desconcentra de la melodía.
   También es cierto que hay canciones cantadas en castellano que me gustan, pero si un día inventaran un idioma que nadie entendiese (sólo el compositor), seguramente tendría muchos puntos para que me gustase.
   Con esto no quiero menospreciar el talento que se necesita para crear una buena letra. Sé que es difícil o por lo menos a mí me lo resulta. Pero estos son mis gustos.

 

Yao (Malawi, Tanzania, Mozambique)

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Magandang umaga

   Cuando nos equivocamos no siempre reconocemos nuestro error. Pero cuando nos damos cuenta nos puede llegar a doler tanto… que igual luego no podemos volver a enmendarlo.
   Procura que la espina no esté clavada mucho tiempo. Puede que luego no la puedas arrancar.

 

Tagalo (Filipinas)

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Allin p’unchay

   Hoy poco puedo decir, sólo que tengo agujetas hasta en las pestañas. Eso de hacer una excursión de casi 15 kilómetros en Sant Pol de Mar sin previamente haberse entrenado lo más mínimo, no debe ser bueno.
   Para el que le guste esto de ir por el campo con la única recompensa de saber que ese mismo día o al siguiente va a sentir el dolor de sus fibras rotas, que sepa que el último domingo de enero de todos los años se celebra esta caminata. Por cierto, a la salida te dan un croissant y a la llegada un bocadillo de butifarra buenísimo.

 

Quechua Ayacuchano (Ayacucho, Perú)

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Bun di

   Imagina que hoy no tienes nada que hacer. Que todo está hecho. Que no tienes preocupaciones. No tienes hambre. No tienes sed. No tienes frío ni calor. Tampoco prisa. Y además tienes tiempo libre. Puedes relajarte. Cerrar los ojos y viajar. Saborear el instante. Muy despacio. Muy despacio. Coge tu tren que te llevará a un lugar exclusivo. Un lugar mágico. Donde no existe la tragedia. Ni el sufrimiento. Ni las lágrimas.
   Recuerda coger ese tren de vez en cuando.

 

Retorrománico (Suiza)

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