Hoy poco puedo decir, sólo que tengo agujetas hasta en las pestañas. Eso de hacer una excursión de casi 15 kilómetros en Sant Pol de Mar sin previamente haberse entrenado lo más mínimo, no debe ser bueno.
Para el que le guste esto de ir por el campo con la única recompensa de saber que ese mismo día o al siguiente va a sentir el dolor de sus fibras rotas, que sepa que el último domingo de enero de todos los años se celebra esta caminata. Por cierto, a la salida te dan un croissant y a la llegada un bocadillo de butifarra buenísimo.
Quechua Ayacuchano (Ayacucho, Perú)