Sawatdi torn chao

    El peor momento del día es después de comer. Es cuando te vuelves pesado, lento y sin ganas de hacer nada. Bueno, sí: de echar una siesta. Esos 10 o 20 minutos que te saben a gloria y que parece que has pasado toda la noche durmiendo. Deberían establecer la siesta obligatoria en el trabajo para después de comer. Seguramente el rendimiento del trabajador aumentaría con respecto a los días precedentes. Y si no que lo prueben con un grupo reducido de gente (en la cual yo me apunto de voluntario) para hacer esas estadísticas que tanto gustan a la hora del Telediario cuando no tienen otra cosa que ofrecer. Aunque ya puestos a pedir, también podría ser dos días a trabajar sin siesta por cinco de fiesta.

Thai (Tailandia)