Imagina por un momento que quieres hacer un vídeo musical que llame la atención y dispones de pocos recursos, pero eres colega del jefe de una discoteca. Ya tienes medio camino hecho. Aquí los ingredientes:
- Tres gogós (sinónimo de bailarinas con poca ropa) de buen ver con ganas de pasarlo bien (siempre están dispuestas).
- Un DJ (se pronuncia dilley) que ponga cara de interesante y se deje sobar por las gogós.
- Un tío bueno que además se lo crea, depilado hasta las cejas que se deje sobar (casi todos están dispuestos).
- Uno del montón que cante o parezca que lo hace.
- Una camilla.
- Un fondo blanco.
- Una cámara de vídeo.
   Pues aquí tienes el resultado: cañero, vistoso (tanto para él como para ellas) y pegadizo. Aunque algo breve. Pero claro, el presupuesto…
Si señor, arriba el erotismo!!!