D.M.

Diarreas Mentales

Hambre

Tengo hambre. No, no te preocupes (si es que lo ibas a hacer), no estoy en un país de esos que desgraciadamente lo pasan fatal con el tema alimentario, ni tampoco me he quedado sin dinero para poder nutrirme adecuadamente. Es más, te puedo asegurar que mis lorzas impedirían que me muriese de hambre durante más de un mes (eso tirando a poco). Lo que pasa es que mi estómago es muy vago y prefiere pedir de comer a aprovechar la grasa que tengo pegada a mi pared abdominal, que dicho ya de paso, ayudaría a que mi figura fuera más esbelta y atractiva, con lo cual y como todo el mundo sabe, igual tendría que quitarme las mujeres de encima pidiéndome favores sexuales en un número equivalente a moscas enfrente de un plato de pescado en pleno verano y al aire libre.

Ilusiones calenturientas aparte y como te decía, tengo hambre porque en esta oficina no sé si se puede comer o no. Sí, ya sé que llevo como tres días trabajando aquí y debería tener la cara suficiente como para preguntar si me puedo comer un bocadillo en la mesa que me han prestado. Pero como uno es más corto que la manga de un chaleco, no lo he hecho y he preferido mirar a ver qué hacen los demás. Y por lo que he podido observar (que otra cosa no, pero de eso sé un rato) nadie come aquí. Esto no es determinante para averiguar si está permitido o no, pero es que o bien esta gente (que son 4 gatos) no pasa hambre y se hinchan a huevos fritos con chorizo y panceta en el desayuno de cada mañana (sin faltar, por supuesto, el café con sacarina) o es que todos nos estamos preguntando lo mismo. Esto último lo dudo porque hay gente que lleva más tiempo que yo, así que no me vale.

A nivel comparativo (en volumen me refiero) me parece que yo gano por peso. Así que o solo comen los chorizos y huevos mencionados para todo el día o me estoy equivocando. Por lo que creo que al final voy a echarle morro al asunto y sacaré mi bocata. Si me dicen algo, pues lo volveré a guardar (después de subirme la temperatura corporal y cambiarme el color de la cara, claro) y aquí no ha pasado nada. Que no me voy a dar el gusto de adelgazar a estas alturas (la operación bikini ya ha terminado, recuerda). Además mi madre me dice que estoy muy guapo aunque mi mujer, por una extraña razón, no me expresa su opinión y me mira como raro.

Hambre Leer más »

Mala calidad

Recuerdo que no hace muchos años, cuando las cámaras de fotos no eran digitales ni existían los móviles, era difícil hacer fotos o vídeos de mala calidad. Y me refiero a todo aquello no profesional. Siempre te podían salir imágenes borrosas, movidas, con medio dedo en todo el centro de la foto, podías cortar cabezas, descentrar sujetos… pero se veían perfectamente (para bien o para mal). Vale, admito que no el 100% salían bien, pero cuando ibas a revelarlas el fotógrafo te ajustaba unos pocos parámetros y desechaba aquellas que no estaban nada bien.

Con la era digital creo que nos conformamos con poco. El otro día vino un vecino de mi padre a enseñarnos un libro que había hecho con las fotos de una fiesta nocturna. Reconozco que hizo un gran esfuerzo realizando dicho libro y en general le quedó bastante bien, pero la calidad de las mismas era bastante mala a pesar del tipo de papel glossy o brillante. Incluso se notaba que algunas de las personas retratadas salieron con los ojos rojos y lo había corregido con una herramienta que dejaba un cuadrado difuso y gris en el contorno de los párpados. No sé si era por la máquina que imprimió el libro o por la baja calidad lo que hacía que se viese esos puntitos de color que demuestran que no se ha hecho con una gran resolución (o bien se ha hecho con una sensibilidad ISO muy, muy alta).

En casa tengo una foto enmarcada, que si bien no quita el mérito ni el valor sentimental de ésta, la imagen está hecha con un móvil e impresa con una calidad relativa. De hecho no sé si durará mucho ya que el paso del tiempo es más cruel con ese tipo de imágenes. Es más, tengo amigos y familia que se conforma con estas mínimas resoluciones y no le importa que estén tan mal.

Lo que te das cuenta es que para tener una calidad similar a la de antaño, necesitas gastarte muchísimo más que lo que tendrías que hacer por allá en los años 80. Una cámara de fotos decente (sin contar el objetivo) que baje de 400 € puede que no sea la mejor opción, así como una videocámara que no sea HD o que no grabe en MPEG-2 (lo típico de las videocámaras con disco duro actuales), has de gastarte sobre 500-600 €. Todo ello sin hablar profesionalmente.

Cada vez parece que tengas que saber más temas técnicos porque los fabricantes te marean con megapíxeles, sensibilidades, aperturas de diafragma, megahercios, megabytes (o megaoctetos) y demás palabros que tan rimbombantemente utilizan en la publicidad. Supongo que eso hastía hasta el más pintado y al final acaba comprándose lo que parece que es bueno y no lo que realmente es.

Mala calidad Leer más »

No hay mal que por bien no venga

Eso es lo que se suele decir en muchos sitios. Sin ir más lejos y como quizás hayas leído, debido a una posible indigestión me veo obligado a recuperarme si quiero seguir sobreviviendo de la manera menos traumática posible, así que tocan sopitas ligeras, pescado, carnes hervidas y demás alimentos para un enfermo de mi categoría. El punto negativo sería lo insípido y aburrido que puede llegar a ser este tipo de régimen, pero como contrapartida consigo además adelgazar un poco.

Otro caso sería que ahora, para ir a trabajar, utilizo el transporte público. Mi ruta es ir desde casa a la estación andando (unos 20 minutos), coger Cercanías (otros 40-45 minutos cuando todo va bien), coger Metro (5 minutos), coger Ferrocarriles Catalanes (otros 5 minutos) y de la estación al trabajo andado (7 minutos). De vuelta hago el mismo recorrido por lo que en total (contando tiempos de espera) me tiro unas tres horas y 10 minutos viajando casi cada día. El punto negativo es que ya sabes como está el transporte público, lo que tienes que soportar (tanto de la compañía de turno como de los pasajeros), el tiempo que pierdes, los olores que hueles… pero por otra parte, se me están poniendo unas piernas… vamos que ni las del Schwarzenegger ese en sus tiempos mozos y eso sin contar el sistema cardiovascular que seguro se me está poniendo de p.m.

U otro más simple, que a casi nadie le gusta que llueva. Te llenas de barro, te mojas, te da frío… Pero a ver si aguantas más de tres días sin beber. Que como no llueva te vas a fastidiar a medio plazo.

Y bueno, hay muchas cosas más que podría sacarle punta para ver su lado positivo, pero se trata de que puedas verlo tú. Si un día lo tienes jodido, piensa que podría ser peor y incluso seguro que puedes sacarle provecho, así que no te desanimes y cuando lo veas todo negro prueba de darle al interruptor de la luz.

No hay mal que por bien no venga Leer más »

Formas de ver el mundo

Dentro de poco tendré que asumir las tareas de otro compañero de mi empresa. Al parecer éste se marcha a otro sitio no porque esté mal aquí, al contrario, se encuentra muy a gusto, pero dice que ya tendrá tiempo de estar cómodo. A él lo que le interesa ahora es formarse en otra empresa ya que en esta no ve que su carrera evolucione y por tanto prefiere aprender, aunque esté incómodo, que dormirse delante de la pantalla de un ordenador.

Es curioso como cambian las preferencias según la edad de las personas. Cuando uno es joven tiene ganas de comerse al mundo y conforme te vas haciendo mayor te das cuenta de que el mundo es demasiado para ti. Es como cuando ves un pastel muy apetitoso y a la que le has pegado cuatro bocados ya estás empachado. Además te vas dando cuenta que ese pastel no es tan bueno como habías creído y empiezas a encontrarle defectos.

Al principio todo son idealismos y ganas de cambiar las cosas, pero cuando llevas mucho tiempo metido en la rueda y ves como unos se aprovechan y otros se desgracian, se te van quitando las ganas de seguir luchando por lo que en un principio creías que era lo justo.

Al final acabas siendo un número más que espera a que le llegue su jubilación lo antes posible haciendo el mínimo esfuerzo y esto nos conduce a que unos quieren exprimir hasta la última gota y otros quieren esforzarse lo menos posible. Un círculo vicioso que me parece que no se solucionará tal y como hemos montado el mundo.

Formas de ver el mundo Leer más »

Ajustes y más ajustes

No sé si te habrás dado cuenta, pero por si acaso no lo sabes, me dedico a temas informáticos sobre administración de bases de datos, sistemas Unix y temas de copias de seguridad básicamente.

Pues el tema es que los sistemas que administro se pueden ajustar para que den un rendimiento mejor del que ofrecen nada más instalarlo en el servidor, así que hace falta hacer pruebas y ajustes, ajustes y pruebas hasta que de un resultado satisfactorio.

Lo que me cabrea es que siempre estoy haciendo ajustes y más ajustes y nunca están contentos o por lo menos a largo plazo. Pero bueno, ese es mi trabajo por el cual me pagan y tampoco es para tanto aunque podría estar mejor, claro.

De lo que me quejo realmente es que en la vida cotidiana también pasa. Por ejemplo, quieres quitarte unos kilitos de más ahora que llega la operación biquini y te das cuenta de que no solo te hace falta comer sano (se entiende por sano todo aquello que no te gusta como verdura hervida sin sal, carne con muy poca grasa además de poco apetecible a la plancha y esas mariconadas), sino que has de comer unas cosas concretas con unos pesos concretos a unas horas concretas. Pero se puede ajustar más: también has de hacer ejercicio que cansa, pero quemas grasas. Pero se puede ajustar más: si en vez de subir en ascensor, subes por las escaleras, ayudas a que te baje antes ese buche que tienes (no importa que estés reventado o reventada del ejercicio además de débil por comer menos). Pero se puede hacer más: bebe dos litros de agua para que puedas drenar los líquidos que pululan por tu cuerpo añadiendo más peso (y podrás llegar a saber de una vez por todas cuántas baldosas tiene tu cuarto de baño por la cantidad de visitas que vas a hacer). ¿Quieres que ajuste más? Vale, pues puedes tomarte unas pastillas de hierbas totalmente naturales que te ayudan a metabolizar esas grasas que te sobran. Y todavía se puede ajustar más, pero no te preocupes que seguro que tu dietista te ayudará a encontrar tu IMC y te dirá lo que te sobra pero no lo que te costará desprenderte de él (tanto económicamente como física o mentalmente).

Así que esos ajustes de la vida, digamos, real es lo que de verdad me fastidia y no hace falta que te esfuerces mucho, si total nunca va a ser suficiente y siempre podrás mejorar lo mejorable. ¿Hay algún límite a la hora de mejorar? Seguro que sí, pero creo que nunca llegaremos a encontrarlo. Es como el infinito pero que está un poco más cerca.

Etiquetas de Technorati: ,,,,

Ajustes y más ajustes Leer más »

Preguntas sobre jefes

¿Por qué a los jefes les da por avisarte de los trabajos urgentes a última hora de la tarde o del viernes? ¿Es que tienen un chip en la cabeza que les hace retrasar su reloj biológico de avisos importantes a última hora? ¿Tienen tanto trabajo que no saben delegar y creen que sin ellos la empresa no funciona? ¿Tan complicado es el no poner en compromiso al empleado haciendo que pueda quedar mal de cara al cliente? ¿Por qué lo ven todo tan sencillo de hacer cuando solo el empleado sabe la dificultad que puede haber a la hora de realizar una tarea? ¿Cuándo aprenderán a ser prudentes con lo que ofertan? ¿Por qué un favor suyo se convierte en cuatro de los nuestros? Y la no menos importante: ¿a qué huelen las nubes? Joder, que no me lo contesta nadie. 🙁

El día que un jefe consulte a su subordinado sobre una tarea a realizar, ese día habrá que levantar un monumento por preguntar antes de afirmar.

Etiquetas de Technorati: ,,,,

Preguntas sobre jefes Leer más »