Que bien se está, cuando se está bien
No nos acordamos de lo bien que estamos hasta que estamos mal. Nos acostumbramos rápidamente a lo bueno y tardamos mucho más a lo malo. Porque la felicidad y el bienestar es como el dinero: nunca se tiene bastante y nos quejamos amargamente cuando nos falta un trozo.
Por eso hay que aprovechar el momento que inconscientemente estás en un buen estado y mandar a tomar por culo a todo aquello que te pueda amargar la existencia. Lo que no podrás evitar son las enfermedades y desgracias que por alguna razón te toca pasar, pero no te preocupes, no hay mal que 100 años dure y en algún momento tendrá que acabar de alguna manera.
Así que si te gusta el chocolate, métete un buen tazón con unos cuantos brioches y churros o porras en buena compañía y olvídate de lo malo por un momento. Eso sí, si lo que has pasado, como yo, ha sido un dolor de barriga de un par de días, mejor te esperas una semana antes de embutirte el chocolate. No sea que te vuelvas a acordar de lo bien que estabas cuando estabas bien.
Foto: sonicwalker
Que bien se está, cuando se está bien Leer más »