Esta noche he soñado que se me desmontaba toda esta bitácora a partir de una publicación. Que mirabas todas las publicaciones y estaban bien hasta que llegabas a una fecha y a partir de ahí, como si fuese la causa una etiqueta mal colocada, se desacía todo. Son como las cosas en la vida. Te imaginas situaciones que supuestamente te están pasando, pero llega un momento en que te das cuenta que todo es un error. O al menos eso parece. Supongo que debe ser que uno se mete tanto en la fantasía que llega a creérselo de tal manera que cuando verificas que no es verdad te resulta chocante. Y luego me quejo de que no tengo imaginación. De hecho, creo que me sobra. El día que entienda la vida (más que la vida las relaciones personales), ese día me tendré que morir.
Parece que vienen tiempos fríos. Parece lo lógico, ¿no? Bueno, según se tome. Algunas veces te piensas que estás haciendo lo correcto o lo suficiente, pero siempre hay alguien que te dice que no es así. Ya puede ser tu jefe(a), tu mejor amigo(a) o tu mujer/esposo. Nunca es suficiente. Entonces todo eso te da que pensar: si nunca doy lo suficiente aun creyendo que cada vez me esfuerzo más, ¿para qué voy a seguir esforzándome? Con esto puede pasar que llegues a adoptar una postura de desidia peligrosa y tengas que buscarte un nuevo trabajo, amigo y/o amante. O no buscarlo y dejarlo símplemente. O aguantar hasta que te dejen. ¿Por qué las cosas son tan difíciles? Ya lo sé (eso creo): pues porque no estamos solos en nuestro mundo y los intereses de nuestros inquilinos también cuentan. Pero nunca esperes saciar esos intereses completamente porque será muy difícil conseguirlo, sino imposible. Habrá momentos en que todo parecerá ir sobre ruedas y otras todo lo contrario. Habrá unos días buenos y otros tantos malos, pero lo importante es que predominen los primeros si quieres no sentirte frustrado.
¿Pues qué manera mejor de finalizar un viernes que poniendo musiquita? A mover el esqueleto (joer, eso lo decían en los años 70) y descargar tensiones que hoy es viernes y los viernes por la tarde son los mejores días de la semana.
15 de diciembre y ya sólo faltan 16 días para que acabe este año que no se sabe como terminará. Empresas que cierran, otras que cambian su actividad, otras que te despiden… Para gustos, los colores. Si bien es cierto que nos tienen a la mayoría con el miedo metido en el cuerpo (hipotecas, préstamos, caprichos), hay que ser valientes y seguir adelante. No te metas en una trampa que luego no puedas salir. Luego están los mensajes esos de si envías esto a 500 personas te será concedido un deseo. Hace tiempo ya disfruté con una carta en cadena de forma analógica. Vamos, por correo ordinario. Cuando yo todavía no sabía que esto de Internet existía. Venía con una peseta pegada a la hoja con celo e indicaba que si no hacías 15 fotocopias (creo que era ese número como mínimo), pegabas una peseta en cada una de ellas y lo enviabas a 15 personas distintas, te ocurrirían las mayores desgracias (venía con una lista de ellas como ejemplo). Por el contrario, si lo enviabas la bonanza vendría a tu casa y te colmaría de felicidad. No hay que decir que en un primer momento no se enviaron dichas cartas y dio la casualidad que pasaron un par o tres de cosas un poco desagradables. Por supuesto mi madre se empeñó a que me dedicase a enviarlas ya que creía que nuestra mala suerte era debida por no haber realizado las acciones que la maldita carta nos ordenaba. Yo supongo que el objetivo real era que una persona o grupo de personas querían hacerse ricas a base de pesetas. Si recibís un correo convencional o electrónico de esa índole, tenéis dos opciones: seguir el juego y que algún ingenuo se lo crea y siga creciendo la bola de nieve o pararlo y evitar la pérdida de tiempo para mucha gente y ancho de banda que mucha falta nos hace a todos.
¿Te sientes bien? Hay días que no hay forma de levantarse. Pero lo que más rabia me da son esos días en que te toca el despertador lo apagas y no te das cuenta. Ese día va todo del revés. Llegas tarde a cualquier parte y todo son problemas. Pero al final te das cuenta de que has de adaptarte a la filosofía de segir con lo que toca y no darle más importancia de la que merece.
Queda un día por delante y no lo podemos perder. Que igual pasa algo interesante y nos lo tienen que contar, con la rabia que da eso, ¿eh? Bueno, al lío que luego vamos con retraso.