D.M.

   31 añitos. Como pasa el tiempo. Y pensar que te conocí con 19. No parece que haga tanto. Tampoco es para decir que parece que fue ayer. Pero sí que parece que hace tres meses. O diez. Y sigue igual. Esa naricilla. Esos ricillos. Esa carita de muñeca.
   Espero pasar 31 años más contigo. Como mínimo. Me quedo con los buenos momentos. Sobre los malos ya no me acuerdo. Ya sabes que tengo mala memoria para según que cosas.
   Muchas felicidades, fadrina repita.

Finlandés (Finlandia)

   Vaya, con lo bien que estaba aquí solito sin que me molestara nadie. Ahora empieza a llegar la gente. Y con el sueño que traigo hoy, no me lo quito ni con café. Bueno, el café no me quita el sueño. Me pone nervioso pero no me quita el sueño.
   Cinco minutos más…

Kirundi (Burundi)

   Hoy hay crispación entre departamentos. Que si uno me ha dicho, que si el otro no puede, que si yo soy jefa… uf, demasiado para por la mañana. Lo mejor es ponerse unos cascos y relajarse un poco. Que luego nos quejamos de que tenemos estrés.

Chatino (Tataltepec – México)

   Un día más en esta oficina. No sé cuántos me quedan realmente. De momento solo hay caras largas y silencio. Nadie llama por teléfono. Todos están concentrados en sus pantallas. Absorbiendo radiaciones de esas que supuestamente son perjudiciales. Tantos años diciéndome mi madre que no me ponga tan cerca de la tele, que va mal pa la vista y ahora paso ocho horas a no más de 3 palmos de un monitor. Me parece que mi generación vamos a acabar con jaquecas cuando tengamos 60 años. Y sino, al tiempo.

Karitiana (Brasil)

   Corro el peligro de hacerme repetitivo. Lo sé. Pero es que es viernes. Y los viernes ya se sabe. No hay mucha diferencia con el lunes, pero si te dicen un martes que vas a tener un par de días de fiesta y eso cada semana, pues eso convertiría el martes en mi querido viernes.
   Pues venga, a mover el esqueleto (como se decía años ha) y a disfrazarse de cualquier chorrada. Que bastantes penas hay en el mundo.

Latvio (Latvia)

   Hoy es el día de la tortilla y por tanto el santo de esta bitácora. No había pensado nunca en eso.
   Recuerdo cuando en el colegio íbamos al campo con los bocadillos y las bebidas en la mochila. Era muy divertido. Esa tortilla fría con el pan humedecido por el aceite y el calor que desprendió el huevo batido. Que bueno. Se me hace la boca agua cada vez que lo pienso.
   ¡Ah! Recordad que para los postres nada mejor que una coca de chicharrones o coca de llardons como se llama en Cataluña.
   ¿Hace una tortillita?

Luvenda (Venda – Sudáfrica)