Viernes de justicia, vídeo para cambiarse la camisa y desmelenarse al ritmo de la música. Con que poquita cosa nos conformamos para ser felices. Suerte que la felicidad no dura toda la vida, si no, vaya vida más aburrida.    Que pases un buen fin de semana.
Cuando después de haber leído cientos (sin exagerar) de cómics de Marvel y en concreto de Spiderman, cuando ves esto se te caen todos tus iconos sagrados a la planta de los pies. El diseñador que haya hecho esto no tiene perdón de ninguna clase. Es más, deberían condenarlo a cadena perpetua sin poder ejercer sus conocimientos de diseño para reírse de esta manera tan descarada. Además que lo ha llegado a hacer como… ¿cómo diría yo?… ¿lelo? ¿moñas?
   Siempre hay un desgracidado que te molesta en medio de la calle. La gente se aburre y no se le ocurre otra cosa que aprovechar para asustarte y encima grabarlo en vídeo para que todo el mundo luego se parta de risa con la desgracia ajena.
   Me encanta esos previos a la película que acabas de comprar en DVD donde te dicen que bajarse películas es un delito y que si permites copiar tu flamante DVD estás incurriendo en un delito tipificado por nosequien. Porque claro, tú no robarías un coche, en una casa…    La cosa es, ¿por qué me dicen que puedo ser un ladrón en mi cara si acabo de comprar un original con dinero legal? ¿Por qué me he de tragar esas sandeces precisamente a mí, que no he cometido ninguna falta?    La ley parece que ampara más a la industria que al consumidor que realmente da de comer a esa industria. Se acabó aquello de que eres inocente hasta que se demuestre lo contrario.
   Es lo que pasa cuando hace tiempo que no ves a alguien. Puedes llegar a reconocer a un amigo de antaño solo con echarle un vistazo. Pero otras cosas sí que cambian y no puedes evitar que te lleguen aquellos recuerdos a la mente.
   Según la RAE, se llama suerte al encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito o casual. Si bien esta primera acepción quizás no aclare mucho, este vídeo creo se explica bastante bien. Al menos si hablamos de buena suerte. Vamos, como dicen en mi pueblo: paverse matao.