Y sobretodo si son gigantes. Así que si la ves por la calle no la chafes no sea que sea peor el remedio que la enfermedad. No digas que luego no te lo advertí con tiempo.
   Algunas veces te olvidas de las cosas de tal manera que no sabes donde te has dejado la cabeza. A mi me pasa de vez en cuando, pero no llego a estos extremos. Igual es que exageran un poco, ¿no? Hoy toca un recuerda con un par de anuncios.
   Mira que he recibido correos hablando de lo mismo: la añoranza de nuestra infancia. De como eran antes las cosas donde no se necesitaba un abogado para arreglar un malentendido entre niños. De como toda herida se arreglaba con un poco de Mercromina (o Micromina como la llamaba yo) y que para que no picara tanto se soplaba. O cuando se hacían batallas a pedradas limpias y que más de uno llegaba a casa con la cabeza abierta. Que tiempos aquellos.    Pues ahora Coca-Cola se ha adueñado de la idea y la ha plasmado en la pantalla para el disfrute de todos aquellos (y de nosotros, claro) que no tienen acceso a este medio.
   ¿Quién ha dicho que los humanos son los únicos que se divierten? Para los que crean que los animales están condenados a no pensar, sentir, disfrutar, llorar, protestar… una vez más se demuestra lo contrario. Ellos también se divierten como el que más.
   Ahora que estamos de elecciones municipales (más bien parecen nacionales), las televisiones se apuntan a ceder espacios gratuitos de propaganda electoral. Son tan aburridos como el peor anuncio de cualquier producto, pero además venden humo. Si no los conoces te dan ganas de votarlos a todos por las promesas que te muestran con todo tipo de detalles. Que buenos son todos los políticos cuando te piden el voto. Hasta bajan a saludar a la plebe, cuando durante el resto del año ni los ves aparecer más que en TV metiéndose con alguien.