Me hace gracia encontrarme con algún vecino en el ascensor y hablar del tiempo en general o en particular. Me hace recordar una película titulada Sentido y sensibilidad donde al parecer, las mujeres de la época cuando hablaban con algún conocido (pero poco) una forma de quedar bien era comentar precisamente sobre el tiempo y el estado de las carreteras. De estado de las carreteras ya hemos perdido la costumbre, pero lo del tiempo sigue.
Me gusta también la frase «¿Ya hemos terminado por hoy?» cuando se encuentran dos hombres a finales de la tarde y «Vamos a echar un ratillo, ¿no?» por la mañana, todas ellas refiriéndose al trabajo, por supuesto.
¿Qué sería de nuestra sociedad sin esas palabras comodín?
Marshalés (Islas Marshal)