Siempre me he asombrado de aquellas personas que por algún motivo no tienen brazos y los sustituyen con las piernas. Su habilidad es tal que, por lo menos a mí, me sorprenden. Pintan cuadros, escriben, hacen manualidades… y con una sencillez que quita el hipo. Pero ver a este DJ pinchando en una discoteca como si tal cosa y encenderse un cigarrillo, pues qué quieres que te diga. Para quitarse el sombrero.
Si normalmente tengo las neuronas atrofiadas por la mañana, hoy es un día de esos que además las tengo secas. Eso de tenerme que acostar tarde me parece que no me sienta bien. Lo mejor es relajarse y disfrutar a ver que nos deparará el día. Cierra los ojos por un instante, ponte los auriculares, relájate y siéntete. ¿Cuánto tiempo hace que no lo haces?
– Doctor, doctor… ¿Con diarrea me puedo bañar? – Hombre, si es abundante…
Y otro:
Un hombre entra en un restaurante y ve a una mujer muy bonita sola en una mesa. Se aproxima y pregunta: – Disculpe señorita, he visto que está usted sola, ¿puedo sentarme y hacerle compañía? La mujer escandalizada, se pone de pie y responde gritando: – ¿Usted está loco?, pero ¿qué se piensa que soy? Todo el restaurante lo escucha y el hombre sin saber que cara poner contesta: – Disculpe yo sólo quería hacerle compañía. A lo que la mujer responde dándole una bofetada al hombre: – Y encima insiste!!!! Atrevido!! El hombre completamente abochornado se va a la otra punta del restaurante y decide sentarse allí. A los pocos minutos la mujer se levanta y se acerca a la mesa de él. – Disculpe por la forma que lo traté antes, pero soy psicóloga y estoy estudiando el comportamiento de las personas ante situaciones inusitadas. El hombre se levanta y contesta gritando: – ¿¿100.000 pesetas??? ¡¡Estás loca!! ¡¡Ninguna puta vale eso!!
La ley de la selva, como todos sabemos, es cruel y despiadada. Solo sobreviven los más fuertes y los mejor adaptados al medio. O te espabilas o te mueres de hambre. Cuando algo se interpone en tu camino has de tener todas las cualidades necesarias para salir con éxito del problema para llevarte algo a la boca.
Bueno, pues como estamos prácticamente en Navidad (faltan 5 días) y como se está convirtiendo casi en un villancico tradicional ya que lo ponen en todas las radios y televisiones que he visto últimamente, pues ¿por qué no? ¿Ya tienes los polvorones, mantecados, turrones (entre sus miles de variedades a parte del duro y del blando), roscos de vino, dátiles, frutos secos, chocolates, peladillas, menú de Navidad (consiste en pica-pica, entrantes, primero, segundo, tercero, fruta y postre), cava, vino y licores? Posíblemente me deje algo. ¡Ah! Se me olvidaba el sorbete de limón y/o cava entre el segundo y el tercer plato. Es nuestro pequeño Ramadán pero sin la tontería del ayuno y sin esperar a la noche para ponerse hasta el culo de comer. Pues rápido, date prisa que se te hecha el tiempo encima y con tanta cosa que preparar no vas a tenerlo listo. Otra cosa que has de preparar son los regalos. Este sí que me gusta porque cuando yo era pequeño sólo existían los Reyes Magos que era el 6 de enero. Pero desde que en España se implantó lo del Papá Noel aquí casi todo el mundo sobre estas fechas tiene dos regalos: el 25 de diciembre y el 6 de enero. O sea, que los centros comerciales (tanto los grandes como los pequeños) hacen su agosto esta última semana y la que viene. Bueno, realmente es desde la segunda semana de diciembre hasta la primera o segunda de enero.
Ya se sabe que la gente del norte de España son un poco brutillos, pero de eso a tener que adaptar las cosas a la fuerza… pues no me voy a creer que un jamster se engorde tanto.