¿Sabes cuando estás cargado de la cabeza que te cuesta hasta fijarte en las cosas? Así estoy hoy. Supongo que debe ser un poco de todo: estrés, cansancio, nervios… Y todo para intentar dejar a punto lo que me queda. Aunque lo puedes mirar desde dos perspectivas: la de paso de todo porque total, para lo que me queda y la de esto quién lo va a arreglar, mejor dejarlo para que dé los menos errores posibles. Un dilema, vamos.    Al final va a ser mejor el pasar página y ya irán viniendo las cosas como vengan.
   ¿Cómo se presenta hoy el día? Seguro que no te depara nada de lo que has planeado. No te preocupes, nos pasa a todos. Da lo mismo que prepares una cita con la chica de tu vida, estudies la lección profundamente, te tomes una tila antes de esa entrevista tan importante, vigiles tu alimentación para llevar una vida sana, vayas atracar un banco que has planificado hasta la saciedad o quieras suicidarte. Nada saldrá exactamente como lo has diseñado.    Por cierto, ¿con qué versión te quedas de las tres? A mí me sigue gustando la versión que hizo Fiona Apple.
   Dicen que la ignorancia es muy osada y realmente te das cuenta de lo cierta que llega a ser esta frase.    El Bohemian Rhapsody (un tema que seguramente conoces de Queen) es una canción muy compleja la cual fue una de las primeras en presentarse a lo que hoy se conoce como videoclip ya que la ejecución en directo distaba de cualquier sencillez.    Si en un principio la crítica no fue muy agradable, para el público fue un gran éxito ya que se mantuvo 9 semanas como número uno en el Reino Unido.    Tirando de la Wikipedia, podemos observar que tiene tres partes diferenciadas como son una balada, otra operística y una última de hard rock. La canción está compuesta por más de 50 voces (todas son de tres de los componentes del grupo) y grabada por un período de tres semanas. Los números son impresionantes: cantaron durante un promedio de 11 horas diarias dando como resultado 180 mezclas y como las cintas de la época solo tenían 24 pistas, se tenían que mezclar muchas veces "rebotándolas" hacia otras sub-mezclas. Se llegaron a utilizar hasta 8 generaciones de cintas, aunque las anteriores se habían pasado tanto por los cabezales que llegaban a verse transparentes (cuando eran originalmente opacas). Después de esto se cortaban y se pegaban con cinta adhesiva hasta llegar a la canción que ya conoces.
   Una vez sabido esto, ¿a que se valoran más las cosas? Aunque también hay gente osada en imitar lo inimitable, pero algunas veces sale mejor que otras y esta a capella la verdad es que no les sale nada mal.    Por cierto, yo también odio a muerte la insana costumbre que tienen estos americanos (del norte normalmente) de gritar, silvar y aplaudir en cualquier parte de una obra que no sea el principio o final. Pero claro, son tan extrovertidos… que tienen que hacerse notar aún no siendo parte del espectáculo.
   Igual te preguntas por qué no publiqué nada ayer lunes. La verdad es que estoy eliminando todo tipo de software en el portátil de la empresa y resulta que es precisamente de donde suelo publicar casi todo.    No sé si sabes que esta es mi última semana en la empresa en la que estoy, así que he de dejar todos los sistemas lo más limpios posibles y sin prácticamente restos de mi actividad (por mi bien). Pues ya sabes el motivo por el cual ahora mismo estoy editando desde mi casa. Será una edición en diferido aunque los comentarios los podré seguir en directo. Poca cosa cambiará (sin contar la evolución natural) a excepción de que tendré menos tiempo para hacer como lo hacía antes. Aunque pensándolo bien igual es el momento de hacer cambios.    Si esta bitácora fuese tuya, ¿qué cambiarías, añadirías o borrarías? ¿Qué temas te interesan?
   Viernes para todo el día. Se acerca irremediablemente el fin de semana y no lo puedes dejar escapar. Aprovéchalo que de estos hay pocos en el año y de esos pocos la mitad están lloviendo. Así que ya sabes: como decía aquella frase de los años 80 a mover el esqueleto. 😉
   Ayer por fin pude ir a ver el Ultimátum de Bourne, algo que esperaba desde que la vi anunciada en los cines. Por supuesto no me defraudó. Una trama ágil, sin demasiadas florituras que va al grano. Quizás peca en algunos momentos de unos saltos que no quedan demasiado claros, pero son los menos.    Si te gustan las películas de acción sin que sea necesaria la visión de vísceras o explosiones de sangre, además de apenas descansar en toda la historia, te la recomiendo encarecidamente.    DVD’s como estos sí que merecen la pena comprarlos en original.