Sensaciones con la Brompton

Tenía un cliente que me decía: cuando cogí un Mercedes por primera vez me dije «tampoco este coche es para tanto, funciona igual que el mío e incluso con las mismas palancas de marchas, freno, acelerador...», pero cuando volví a mi modesto Peugeot, entonces es cuando me di cuenta de que realmente sí había diferencia.

Y es cierto, cuando cogí mi Brompton no sentí nada más allá de que era una bicicleta nueva y poco más. Quizás más nerviosa y rápida a la hora de girar (que se lo digan a los pedales que ya se han llevado unas cuantas rascadas 😀 ). Pero cuando vuelves a la que tenías… aquí es donde ves las diferencias.

Ahí es donde tienes esas sensaciones con la Brompton.

Brompton semiplegada

Ya llevo unos cuantos viajes de casa al trabajo y del trabajo a casa y la verdad es que empiezo a meterle caña y cogerle confianza. He metido más de 4 kilos en la bolsa de transporte y ni me he enterado que estaba ahí.

Bueno, miento, realmente padecía por la resistencia del soporte, pero veo que, de momento, aguanta bastante bien la carga y, sobre todo, los baches.

También he encontrado muy larga la última velocidad del buje, que si bien la primera y la segunda están bien, la tercera es larga, larga… y como te pille en una subida, o tienes buenas piernas o vas a muy buena velocidad, pero de cualquier manera, no te dejará descansar.

De momento me gusta, y mucho.

Espero que las sensaciones con la Brompton sigan siendo buenas (¿»sigan siendo» suena bien?) y pueda decirle a mi mecánico de aquí a 15 horas de uso, que estoy encantado llevando una herramienta tan útil para mi día a día y no solo para ir a trabajar.

De cualquier manera y a riesgo de que no sea lo más adecuado sin haberle hecho la primera revisión, próximo objetivo: Brompton WC 2017

¡¡Sobretodo a pasarlo bien!!Brompton sin bolsa

 

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